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El PIB, para entender con mayor precisión, debe comprenderse como el medidor de la producción que se tiene para todos los bienes y los servicios que van a consumir ciudadanos, empresas y demás agentes económicos.

Entonces, de un lado, el PIB muestra la capacidad de las empresas y Gobierno por generar valor agregado.

Pero por otro, y con base en ese nivel de la actividad económica, qué tanto pueden los consumidores gastar para adquirir los bienes y servicios que otorga el resto de la economía.

Al final, se convierte en una relación de doble vía: si hay capacidad de los consumidores por gastar en todo lo que genera la economía del país, a precios estables, habría una relación positiva entre estas dos variables.

Pero también pude ocurrir que la economía genere cantidades importantes de bienes y servicios, pero los ciudadanos no tengan con qué comprar, con lo que habría una afectación al sector real.

Entender el PIB de un país es clave pues, al entrar al detalle de su descomposición, se evidencia qué sectores son los que más generan oportunidades de actividad económica, inversión o rezago.

Al tiempo que denota si el crecimiento se traduce en, por ejemplo, mejores oportunidades de productividad y fortalecimiento del mercado laboral. O aumento del poder adquisitivo de los consumidores.

El portal Saber Más, de Asobancaria, explica que “entre más empleo se genere, más capacidad de consumo tienen los hogares, porque traen el salario a su casa y entonces pueden consumir más. Entonces, un mayor crecimiento del PIB se ve reflejado en mayor consumo y en mayor capacidad de adquisición de las personas”

Sin embargo, también puede pasar que, cómo ha venido ocurriendo en Colombia, El fuerte crecimiento económico no se traduzca en la generación de nuevos puestos de trabajo, por lo que es clave entrar a revisar los cambios en el nivel de productividad y la mano de obra que se requiere para ello.

¿Cómo se mide?

Las variables que se tienen en cuenta para medir el PIB de un país pueden variar dependiendo de la economía. En algunos casos, por ejemplo, el consumo es más importante que la inversión.

Para el caso de Colombia el DANE toma variables desde el lado de la oferta y la demanda teniendo como base los niveles de producción de bienes y servicios.

Desde el punto de vista del valor agregado, el PIB en Colombia “es igual a la suma del valor agregado bruto de las unidades de producción residentes, más los impuestos, menos las subvenciones sobre los productos. Es necesario agregar estos impuestos en razón a que la producción se valora a precios básicos”, dice el DANE.

Desde el lado de los ingresos, lo que se tiene en cuenta es la remuneración de los asalariados, impuestos menos subvenciones a la producción y las importaciones, en excedente bruto de explotación y el ingreso mixto.

Mientras que, desde la vertiente de demanda final, recuerda el DANE, se basa en “la suma de las utilizaciones finales de bienes y servicios medidas a precio comprador, menos las importaciones de bienes y servicios”.

Finalmente, hay que tener presente que existen países que basan su cálculo teniendo en cuenta solamente los ingresos.

“En este enfoque de ingresos, el PIB de un país se calcula como su ingreso nacional más sus impuestos comerciales indirectos y depreciación, más su ingreso neto de factores extranjeros”, recuerdan desde Saber Más.

Dos variables son claves en este análisis: la remuneración de los asalariados y el excedente bruto de explotación.