Además de estar protegidos del sol o la polución, la cuarentena puede repercutir en nuestra belleza reduciendo incluso la formación de celulitis y no solo por no parar de hacer ejercicio por internet.
La cuarentena ha hecho que nos quedemos encerrados y protegidos no solo del coronavirus sino también de otras agresiones diarias tan habituales como el sol, el cambio brusco de temperatura o la polución. Pero si presionamos el botón de ‘mirar el lado bueno de las cosas’, además de evitar la incidencia de daños sobre la piel, también hemos ganado algo de tiempo para hacer mucho por nuestro organismo.
Dormir más
Por un segundo párate a pensar: en el caso de que estés teletrabajando, a qué hora empiezas a trabajar y por tanto a qué hora te despiertas. Al eliminar el tiempo que dura el trayecto de casa al trabajo, probablemente habrás retrasado tu despertador unos cuantos minutos.
Además de reducir el cansancio, al dormir las 8 horas recomendadas -ahora algo más asequibles-, ayudamos a alejar el estrés y mejoramos nuestra concentración. Por no hablar de los beneficios en nuestra piel. Mientras dormimos el ritmo del organismo se reduce y los productos que apliquemos sobre ella lograrán una mejor penetración y multiplicarán sus efectos. Dormir más mejora el estado de la piel y, según la AEDV (Asociación Española de Dermatología y Venereología), “algunos estudios muestran que dormir menos de cinco horas por noche se vincula con más signos de envejecimiento y una reducción de la función barrera de la epidermis”.
¿Te has fijado en tu postura?
Si de normal realizas un trabajo que requiere estar muchas horas sentado, la cuarentena es el momento perfecto para trabajar adoptando otras posturas, cambiar de escenario cada día hasta encontrar otros lugares más cómodos o moverte más a menudo. El hecho de que internet se haya convertido en un lugar repleto de clases de fitness, baile y todo tipo de deporte gratuitas también puede ayudarte a aprovechar el confinamiento para mejorar tu postura, por ejemplo, con pilates o yoga.
Pelo liberado
Al no salir de casa podemos renunciar a secarnos el cabello o moldearlo, reduciendo al mínimo la exposición del pelo a fuentes de calor que puedan dañarlo. Puedes dejar el cabello libre, aprovechar la cuarentena para no alisarlo, dejar algo más de tiempo las mascarillas y aplicar tratamientos más intensivos.
Protección de los agentes externos
A la hora de hablar de la exposición al sol sí que hay que recordar que es necesario que nuestra piel reciba algunos rayos al día, pero “en invierno deberíamos tomar el sol aproximadamente 30 minutos y en verano 10 minutos”, nos recuerda Cintia Segura, nutricionista de Clínicas Dorsia, ya que necesitamos que la vitamina D fije el calcio a nuestros huesos.
Pero, por ejemplo, con la cuarentena nos protegemos de la radiación que se filtra a través de la ventana de la oficina y que sí daña nuestra piel acelerando su envejecimiento frente a la creencia popular de que no hace nada.
Otra agresión externa a la que no nos estamos exponiendo estos días es la polución. Además de la considerable reducción del tráfico y de las emisiones de CO2 de las industrias a la atmósfera como consecuencia de la parada de la economía, al estar en casa, nuestra piel apenas está expuesta a las partículas nocivas y contaminantes presentes en el aire, sobre todo si vivimos en ciudades.
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