“No hemos cerrado. Aunque muchos de nuestros proyectos están pausados por tener un fuerte componente de virtualidad, hemos logrado algunos encuentros con la población, tomando todas las medidas de bioseguridad, que para nuestra población en condición de discapacidad cognitiva, es un proceso que debe ser más exhaustivo, debido a que muchos presentan comorbilidades”, destacó Yenny Umaña, directora de Fundei.

Es necesaria la reapertura que permita tener espacios de reencuentro con la comunidad Fundei, sin embargo, reconoce que es un proceso que debe darse de forma planeada, “esta pandemia nos ha enseñado la necesidad en lo que hacemos como humanidad y nosotros queremos ser parte de la solución, por eso nos cuidamos y acatamos las directrices”. Reducir los grupos de trabajo, la desinfección constante de los espacios, son sólo algunas de las acciones que se aplicarán al momento de reabrir las puertas de la institución.

Reconoce que han sido momentos difíciles porque “muchas personas pertenecientes a la fundación han perdido la batalla contra el virus, situación que los afecta enormemente, pero que los anima a seguir trabajando como la mejor forma de honrar su memoria. Toca sobreponerse a las dificultades y seguir creciendo”. Umaña señala que, aunque siempre han trabajado “con las uñas”, coloquialmente hablando, con la virtualidad han desarrollado otras alternativas que les permiten continuar prestando el servicio.

Con las actividades paralelas de cuidado y comunicación, así como conversatorios con profesionales de diversas áreas, han logrado impactar positivamente en el voluntariado y la comunidad en general, y aunque es mucho el camino que falta por recorrer, asegura que siguen trabajando arduamente en la consecución de objetivos y metas.