El yoga comprende distintas corrientes en su estudio se enfocan en la práctica del Hatha yoga, que se dedica al trabajo de todo el cuerpo
Redacción: Jorge Hernández
Camilo Reyes nunca imaginó que ese intento de conquista a una chica que le gustaba le cambiaría por completo la vida. “Una chica que me gustaba me preguntó si me gustaba el yoga y aunque no sabía nada acerca de eso, yo le dije que sí, me invitó a participar en esa primera clase y me atrapó”, así inició el propietario de Yoga Bakatá su experiencia con esta ciencia milenaria que al principio complementaba con la práctica deportiva y hoy se ha convertido en su principal forma de vida.
Esto sucedió hace 18 años, pero es en el 2017 que abrió este espacio en Bogotá con el objetivo de servir a otros.
Aunque el yoga comprende distintas corrientes en su estudio se enfocan en la práctica del Hatha yoga, que se dedica al trabajo de todo el cuerpo, principalmente la columna vertebral, articulaciones y órganos internos a través de ansas o posturas, el Pranayama o control de la respiración, con la que, de acuerdo al instructor, aprendemos a respirar de manera adecuada, para lograr así abstraer todos los sentidos y lograr la concentración a través de la meditación.
“El yoga nos permite recordar la naturaleza real del ser, comprender, sentir que somos más que el cuerpo, el alma, responder la interrogante: ¿Quiénes somos?”, destaca.
Cada sesión tiene una duración de hora y media que comprende el estiramiento y reconocimiento del cuerpo, respiración consciente, canto de mantras, entre otros, no hay un esquema específico. “Hay que ver la necesidad de quienes llegan a clase, observar sus necesidades, los ciclos astrológicos, revisar el entorno, si la ciudad está en paro por ejemplo, la gente puede llegar con mucho agite, afán, o por el contrario, muy relajada”. La autopráctica es fundamental para poder entregar a los alumnos lo que necesitan y como instructor debes estar listo para entregarlo, recalca.
Marcelo asegura que cualquiera puede practicar yoga, pero les recomienda que no debe ser una simple práctica en el tapete, debe haber una conciencia de esa unidad, de ese ser supremo, la conciencia del yoga debe permanecer, cada acción que se lleva adelante es un servicio, una tarea, una misión, en la calle, es un estado de compasión que hay que practicar y sostener.
Aprendizaje constante
Como instructor, Camilo asegura que su mayor recompensa es ver el proceso de evolución de sus alumnos, como les ha ayudado a encontrar un lugar de mayor bienestar desde lo físico, mental y espiritual.
Su mayor compromiso es mantenerse actualizado a través de la lectura constante y el contacto con maestros, siendo autodidacta en la práctica del yoga. “Es una ciencia profunda que requiere mucho estudio y meditación”.
Bakatá Yoga ofrece sus clases de 10:30 de la mañana a 12:00 del mediodía los días lunes, miércoles, viernes y sábado y en la tarde de lunes a jueves desde las 5:30 hasta las 7:00 de la noche.
El aporte de los practicantes es el agradecimiento el proceso de personas ver como les ha ayudado a encontrar un lugar de mayor bienestar físico, mental, espiritual.
Darle más sentido a la practico explorar el para que, cada vez sea más profundo, allí está la motivación. Hacerla clave darle sentido
Hay que ser muy autodidacta con la práctica del yoga, sino no tenemos el alcance los maestros, a través de los libros podemos mantenernos actualizados
Es una ciencia profunda que requiere mucho estudio y meditación.
Encuentren una práctica un arte una labor en la que sientan que su ser vibra de la forma más genuina, agradable, si es barre la calle, si es en un arte, algo que va más allá de la complacencia de los sentidos que me conecta de manera más profunda desde el gozo, sostenla.
https://www.youtube.com/watch?v=kllBvkV6gJ0
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