Saldrá a la venta en China a un precio aproximado, al cambio, de 860 euros para su versión básica con 8 GB de RAM y 256 GB de memoria principal
El móvil más ambicioso de Xiaomi derrocha personalidad. Diseñado junto a Leica, es casi más justo hablar de una cámara que de un teléfono, porque el módulo de cámara ocupa más de un tercio de su parte trasera. Y no es un capricho estético. Se trata del primer móvil de la compañía equipado con un sensor fotográfico de 1 pulgada de tamaño.
El tamaño de los sensores encargados de capturar las imágenes juega un papel importante en la calidad final de las fotos. Más superficie para los fotoreceptores significa más luz capturada y eso quiere decir más información para trabajar en el procesado o menos tiempo de exposición en escenas con baja iluminación.
No es el único factor que determina cómo de buena es una cámara pero es decisivo, y esa pulgada es un tamaño significativo porque es el mismo que utilizan muchas de las cámaras digitales compactas. Aunque Xiaomi no es el primer fabricante en ponerla en un teléfono (Sharp y Sony los han usado recientemente), sigue siendo una característica poco común y una muestra de que en el 12S Ultra la cámara es el protagonista indiscutible.
Xiaomi, de hecho, no sólo ha apostado por una sensor de gran tamaño, sino también por un nuevo conjunto de lentes y módulos de procesado únicos para lograr mejores resultados en fidelidad de color, tonos de piel, ruido o rango dinámico. La compañía incluso ha dado a las lentes el mismo acabado antirreflejo que suelen usar las ópticas de las cámaras tradicionales y que ayudan a reducir los destellos en las fotos nocturnas, bastante habituales en los teléfonos móviles.
La cámara principal tiene 50 megapixeles pero el 12S Ultra cuenta además con un zoom de cinco aumentos y un gran angular, ambos de 48 megapixeles, aunque en un tamaño de sensor menor.
SE QUEDA EN CHINA
El resto de especificaciones va a juego. El 12S Ultra tiene una pantalla de AMOLED de 6,73 pulgadas y velocidad de refresco de 120 Hz y utiliza un procesador Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1, que es hoy en día el procesador más avanzado en el universo Android.
El teléfono, además, se ha diseñado con un acabado en cuero sintético que lo acerca a la estética de las cámaras de fotos y presume de una batería de 4.800 mAh con carga rápida a 67W de potencia.
¿La mala noticia? No parece que de momento vaya a llegar a Europa. Saldrá a la venta en China a un precio aproximado, al cambio, de 860 euros para su versión básica con 8 GB de RAM y 256 GB de memoria principal. Es posible que más adelante la empresa lance el modelo con otro nombre en occidente -no sería la primera vez- pero de momento no hay intención de exportar el teléfono.
Tampoco llegarán sus versiones menos ambiciosas, el 12S y 12S Pro. Se trata de dos teléfonos lanzados junto al 12S Ultra con un diseño más convencional y una cámara más discreta tanto en tamaño como en prestaciones. Aunque la resolución del sensor principal es la misma, se trata de un chip algo más pequeño y en el 12S las cámaras ultra gran angular y telefoto se quedan en 13 y 5 megapixeles de resolución, respectivamente.
La pantalla del 12S es también algo más pequeña, de 6,28 pulgadas de tamaño.
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