Limpia tu barba

La limpieza diaria de la barba es muy importante, ya que el crecimiento del vello, como reacción natural, produce picores en la piel.

Una ducha  con agua caliente y un jabón natural especial, ya sea en pasta o en gel, te ayudarán a abrir los poros y son los ingredientes para tener una barba limpia.

Aplica el jabón en la  barba de arriba hacia abajo, para evitar enredos que hagan que el vello se rompa al cepillarla.

 No hay que olvidar secar la barba bien al terminar para eliminar toda la humedad. Si dispones de una secadora para el cabello puedes usarla ayuda mucho.

Hidrata la barba

Hidrátala con aceites y los bálsamos. Ambos cumplen la misma función y su uso depende más de los gustos de cada uno que de las propiedades que tienen. Algunos prefieren  el aceite para barba porque se extiende mejor por toda la barba y, por lo tanto, también hidrata mejor, ya es tu preferencia a la hora de hidratar.

Es importante que la cantidad de aceite sea adecuada. (Para barbas cortas un cuarto de gotero (4 o 5 gotas) y para barbas más largas medio gotero (8 ó 9 gotas).

Fija tu barba

Para fijar la barba es recomendable el uso de fibras o ceras, ya que aportan un mayor control sobre la barba y los vellos que puedan quedar sueltos. Puedes optar por las que proporcionan un efecto mate, ya que darán un aspecto mucho más natural a la barba. En el mercado existen muchas marcas, usa la que más se adapte a ti y tu presupuesto.

Recortar la barba:

Es importante el  arreglo de barba. Si quieres quitarte los vellos que crecen por la zona del cuello y los pómulos, es necesario hacerlo con mucho cuidado. Puedes pedirle algunas recomendaciones a tu barbero y sigue sus instrucciones, ya que es importante tener cuidado para no sobrepasar los límites que marca la barba de manera natural. Sólo limpiar el exceso… si algo sale mal y cortas de más, corre y pide auxilio a tú barbero.