‘El coronavirus, un golpe fulminante e inédito para la alta cocina’, así titula la Agencia Francesa de Prensa un artículo cuyo tema central es la orden del gobierno de Francia del cierre de todos los restaurantes en su territorio, algo impensable hace pocos días.
Y cita el caso del restaurante Mirazur, el número uno del mundo según los ‘50 Best’, en la Costa Azul: “Hasta hace solo unos días era imposible reservar a muchos meses visita en el Mirazur –dice el texto–. Esta semana (Mauro) Colagreco reemplazó las reservas anuladas de extranjeros por clientes locales que estaban en lista de espera, hasta que el gobierno ordenó cerrar este sábado todos los restaurantes de Francia”.
España e Italia tomaron el mismo camino. Algunos cerraron antes de las disposiciones gubernamentales, algunos por sentido de responsabilidad; otros, porque ya estaban desiertos.
El sector de los restaurantes en Colombia ve con preocupación este panorama. Si bien, cada vez son más los establecimientos que comunican a través de sus redes sociales que están tomando medidas de prevención del contagio. Ya sienten el impacto.
“Ha sido muy complejo –indica Santiago Zuluaga, al frente de los restaurantes Smoking Burgers y Brooklyn Deli–. En la última semana las ventas han caído un 20 por ciento. De alguna manera, nos compensan los domicilios. El porcentaje ahí subió un poquito, pero no lo esperado. Pensamos que la situación se va a agudizar”.
Zuluaga resalta la incertidumbre sobre lo que ocurra si la emergencia va más allá de marzo o abril. “Cancelaron eventos como Estéreo Picnic y conciertos a los que los restaurantes van. Por eso, el reto ahora es lograr incrementar sustancialmente las líneas de domicilios y tener estrategias de salubridad e higiene estrictas para que la gente esté tranquila de que sus alimentos están siendo preparados por gente saludable, que hace el proceso de higiene. Trabajamos con los administradores de domicilios para fortalecerlo”.
Por lo mismo, los establecimientos bogotanos han venido dando a conocer las medidas adoptadas.
El restaurante bogotano Prudencia, en La Candelaria, fue de los primeros en ponerlas en común: “Es importante compartirles nuestra estrategia sanitaria para afrontar el futuro de la manera más responsable. Si tienen sugerencias, por favor compartirlas”, les decía a sus clientes en un comunicado en redes sociales.
“Desinfectaremos todas nuestras superficies y nos lavaremos nuestros manos cada hora, cada cambio de actividad, cada vez que recibimos productos de proveedores (…) Nadie de nosotros trabajará con síntomas de gripa. Apoyaremos a esa persona (…) si debe permanecer en su casa , su salario no será interrumpido”.
Otros restaurantes han afirmado que intensificaron la frecuencia de desinfección de todas sus áreas, han puesto dispensadores de gel desinfectante para personal y clientes y otras disposiciones.
La Lupita Restorán, establecimiento de comida mexicana de la zona G bogotana así lo anunció. “Se llevó una capacitación especial al personal (…) en lavado de manos (…) y en las opciones de alimentación preventiva para fortalecer las defensas y en la manera de evitar el contacto físico en el saludo a los comensales”, dice en su propio mensaje.
De paso apuntó que a diario les hace test de temperatura a sus empleados y que “en caso tal de que algún empleado presente síntomas asociados al Covid-19, no podrá ingresar al restaurante y será enviado a casa a tomar el reposo debido”.
Esta medida ha sido adoptada ya por otros lugares como Mini-Mal, Ga-Ba , por mencionar algunos. El lavado de manos en otros establecimientos, como Oak y La Huerta, pasó a ser obligatorio incluso con mayor frecuencia: cada media hora, así como desinfección de sillas y mesas después de su uso por parte de un comensal.
“Hemos decidido enfocar nuestro trabajo en hacer llegar nuestros dos conceptos a través de domicilios y ‘take out’ ”, dice Winston Franco, propietario de estos dos lugares.
Por su parte, el grupo Takami (que contempla las ofertas de Sipote Burrito, Central Cevichería, 80 Sillas, Cacio e Pepe, Osaki, La Fama, Cantina y Punto y Tacos Mx, entre otros) también se lo ha tomado en serio:
“En principio se están tomando las medidas recomendadas por el Ministerio de salud en sus circulares externas —informó Noel Ramírez, uno de sus gerentes—. Dentro de esas recomendaciones está instruir a nuestro personal con la información que el Ministerio está publicando con relación al coronavirus. Además, lo relacionado con procedimientos de aseo y cómo reaccionar en caso de presentar síntomas. Por otro lado, estamos ajustando los protocolos de aseo y desinfección para reforzar”.
Ramírez agregó que el grupo está atento a revisar “cómo están funcionando ciudades en las que ya hay mayor número de casos de contagio para ver cómo podemos operar nosotros y anticiparnos a una situación que implique medidas más drásticas”.
Antes de sus cierres, restaurantes de países de Europa habían aplicado además medidas como la de poner más distancia (uno o dos metros) entre sus mesas) y la de no permitir más de tres comensales por mesa.
Sin embargo ya en el país, hay anuncios de altos temporales. Un ejemplo: la oferta de cenas clandestinas Castro Cocina que lo escribió así:
“Como medida preventiva y de corresponsabilidad con la salud de nuestros comensales, colaboradores, familias, amigos y población en general, hemos tomado la decisión de suspender temporalmente nuestras cenas clandestinas hasta que las autoridades locales y nacionales de salud suspendan el estado de alerta por la pandemia de coronavirus (…). Esperamos que muy pronto podamos encender de nuevo los fogones para celebrar la vida con ustedes en nuestra mesa”.
Fuente: El Tiempo
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