Joven diseñador de modas. que recrea en las más hermosas expresiones, su cultura de la región del Cauca.
Héctor Del Roble un joven diseñador que ha hecho de la humanización de la moda su bandera, exaltando el trabajo de sus tejedoras colaboradoras y las expresiones culturales de la región del Cauca a través de sus colecciones.
Pasarelas, flashes, belleza, poses, maquillaje, aspectos que muchos consideran la esencia del mundo de la moda, banal, deslumbrante y glamoroso. Héctor del Roble, reconocido diseñador colombiano ha humanizado el mundo de la moda a través de colecciones que incorporan no solo tela, hilos, lentejuelas, texturas, sino rostros, lenguaje e historias de vida de las mujeres trabajadoras de la zona del Cauca.
Para Héctor la moda es “un acto de expresión personal y social, un lenguaje que transmite a los demás sensaciones y sentimientos, y hoy más que nunca ante la situación que estamos pasando en el país, habla y comunica”.
Aprender a pensar y mostrar el trabajo de los demás a través de las personas ha sido la tarea de este joven colombiano, quién ha sabido combinar sus estudios de filosofía y diseño de modas. – “siempre las glorias se las lleva el diseñador, hay que mostrar a quienes hacen posible lo que los diseñadores pensamos, yo no podría sacar adelante una colección sin mis operarias, artesanas, sin quienes me dan la mano siempre, es darle ese sentido de humanidad a la moda” – asegura.
Sus prendas están dirigidas a toda persona con sentimientos que sale a trabajar, va a un coctel o una reunión con prendas que cuentan la historia que hablan no solo de Héctor del Roble, sino de todo el entorno que ha hecho posible la creación de cada pieza.
Caucano a mucha honra
El arte es una forma de expresión de aspectos cotidianos y a través de sus colecciones, Del Roble ha procurado presentar elementos que identifican su tierra, la zona de El Cauca, convirtiéndose en un referente; por eso, en julio del año pasado, presentó una colección de camisetas y sweters unicolores acompañadas de expresiones lingüísticas que le recuerdan sus días de infancia, abuelos como: “chiquillo”, “Ingarillo”, “zoquete”, “guagua”.
Estas expresiones que muchos escuchan y no conocen y a las que el diseñador no les paraba bolas, pero les parecían muy chistosas en sus días de infancia, ha querido recrearlas a través de la moda, conseguir que las personas lleven estas prendas con orgullo y sacarle una sonrisa a quien las ve en la calle mientras otros portan sus prendas, sin duda, ha sido el mejor regalo que ha recibido.
Héctor se ha convertido además en el vocero de las tejedoras de la región, mostrando no solo su trabajo, sino carencias, humanizando sus vivencias. “Me tocó vivir el suicidio de la hija de una de mis tejedoras más queridas, un episodio muy fuerte para todos nosotros”, son mujeres anónimas que se desenvuelven en un entorno tranquilo, alegre, con poco, pero a la vez tienen mucho, mostrar su trabajo es un honor, saber que ya lo valoran, representa para mí una alegría muy grande” – recalca Héctor.
El diseñador tiene un listado de otros aspectos de la cultura de su departamento que incorporará en sus próximas colecciones como “Las Negritudes del Patía”, quienes a su criterio han sido olvidadas por el estado que tienen una riqueza cultural hermosa, así como rendir un homenaje a los campesinos, “ellos son quienes sostienen sobre sus hombros a Colombia”, sin olvidar a los indígenas, poseedores de esos saberes ancestrales. Una región sin cultura está muerta, es nuestro deber exaltar y promover cada una de estas expresiones.
¿Una tela?
– La seda tejida a mano por mis tejedoras.
¿Un color?
– El violeta.
¿Una pieza que no puede faltar en tus colecciones?
– La falda, me parece una pieza muy femenina.
¿Tu mayor inspiración?
– La gente del común, un campesino, una mujer que llega a mi puerta a venderme flores.
¿La belleza?
– Un atardecer sentado en El Morro y ver cómo las paredes blancas del Popayán se van tiñendo.
¿Elegancia?
– Es como el caminar de una saumadora en procesiones de Semana Santa.
¿La pasarela?
– Es el culmín de la expresión de mi creatividad.
¿El Cauca?
– La sangre, es lo que me hace vibrar cada vez que pienso en mi departamento.
Esas fueron las respuestas del gran diseñador Héctor del Roble.
1 comentario
1 Comentario
JORGE hERNANDEZ
17 de enero de 2020, 5:31 pmEsta fue la primera entrevista que redactamos para esta edición. Un verdadero privilegio dar a conocer el trabajo de Héctor, un joven diseñador ejemplo de humanidad, sensibilidad y compromiso.
Responder