En el campo de la inteligencia artificial, cada vez se están desarrollando más aplicaciones y herramientas que pueden analizar, identificar y alertar sobre diversos temas, desde analizar radiografías, identificar rostros y alertar sobre peligros ambientales, hasta ahora también en el campo de las mascotas, específicamente entre perros y gatos.

En este sentido, los gatos son animales francamente más independientes y difíciles de leer que los perros, y por razones evolutivas ocultan los signos de dolor o angustia, lo que puede llevar a que sufran dolor crónico sin que sus dueños lo sepan o sin recibir tratamiento. En un estudio publicado en Nature, se entrenó a una IA para identificar cuándo los gatos sienten dolor, logrando una precisión del 72%, analizando puntos particulares de la cara, específicamente las ligeras contracciones musculares alrededor de los ojos, los bigotes y las orejas.

En el caso de los perros, también se entrenó una IA para detectar los estados emocionales, identificando ciertos rasgos comunes cuando los perros se sienten frustrados, como lamerse la nariz, separar los labios, dejar caer la mandíbula, parpadear y levantar las orejas, siendo este último rasgo el más común en la raza de labradores.

Estos estudios son relevantes, ya que ayudan a los veterinarios y dueños de mascotas a identificar signos de dolor o estados emocionales de sus animales, incluso en aquellos cuyo lenguaje corporal es difícil de interpretar. Además, los conocimientos obtenidos se pueden aplicar a otros animales a medida que se obtiene más información.

Sin embargo, aún hay mucho por descubrir y entender en el campo de la inteligencia animal. ¿Qué piensan realmente los gatos cuando nos ven? ¿Qué emociones experimentan los animales en su día a día? Estas son algunas de las preguntas que se hacen los investigadores, y aunque aún no se tienen respuestas definitivas, el uso de la inteligencia artificial está permitiendo avanzar en este terreno.

En este sentido, el laboratorio Tech4Animals está participando en otros estudios en los que se utiliza la IA aplicada a las emociones y el bienestar de los animales. Uno de ellos, por ejemplo, utiliza la IA para analizar los registros de salud de tigres y leones en zoológicos, sugiriendo cuándo sería adecuado que estos animales pasen un chequeo médico basándose en la edad, estado físico, época del año y rutinas.

En conclusión, el uso de la inteligencia artificial está permitiendo avances significativos en el campo de la detección de dolor y estados emocionales en animales, lo que puede ser de gran ayuda para los veterinarios y dueños de mascotas. A medida que se avanza en la investigación en este campo, se espera obtener más información sobre las emociones y pensamientos de los animales, lo que puede contribuir a mejorar su bienestar y calidad de vida.

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